Cómo cuidar las vitrocerámicas

Vitrocerámica Teka

Las vitrocerámicas se han impuesto por delante de los fuegos tradicionales de toda la vida en casi todas las cocinas. La limpieza de la cocina es ahora mucho más fácil al tratarse de una simple superficie plana. Pero aún así, muchas vitrocerámicas se terminan rayando y adquieren un aspecto de antigüedad. Por eso, queremos darte unos pequeños trucos para que les des un buen uso y las puedas mantener limpias como el primer día.

En primer lugar tienes que intentar que caiga la menor cantidad posible de líquidos y sólidos en la placa. Es muy fácil que se vierta algo, pero por lo menos intentar ser más cuidadosos. Cocinar a fuegos más bajos permite también que las vitrocerámicas aguanten mejor. Y también te recomendamos que a la hora de limpiar te olvides de estropajos y nanas porque las pueden dañar de manera irreversible.

¿Cómo limpiar las vitrocerámicas?

1. Comprar un líquido ESPECÍFICO para limpiar vitrocerámicas. Aplicarlo en la superficie de la placa, una vez que ya está más bien fría y dejar que actúe entre 5 y 10 minutos con el objetivo de “ablandar” la grasa que ha quedado impregnada. Y una vez que ha pasado este periodo de tiempo se puede retirar el producto con una hoja de papel de cocina.

2. Puede que durante este proceso, exista una parte de la placa más quemada o con más grasa. En este caso, lo mejor es volver a aplicar más producto únicamente en estas zonas y pasar la rasqueta. Con la rasqueta hay que tener especial cuidado, es muy útil, pero si se utiliza mal puede dejar la vitrocerámica rayada. Para que esto no suceda, tenemos que cerciorarnos de que la rasqueta no tiene picos y está en perfectas condiciones. Y después, la pasamos con una inclinación de unos 45 grados por las zonas más perjudicadas.

3. Cuando hayamos quitado los restos, pasamos una bayeta húmeda por estas zonas. Y aquí se trata de pasarla bien hasta que veamos que desaparecen las manchas. Y tan importante es fregarla como secarla, por ello, es importante utilizar los elementos adecuados. El papel absorbente aquí es un fiel aliado para eliminar el exceso de agua y de producto. Y para finalizar, lo ideal es pasar por las vitrocerámicas un paño limpio y seco que la deje bien seca y brillante.

Prestando atención a los cuidados que os comentábamos al principio y siguiendo estos consejos de limpieza, podremos hacer que las vitrocerámicas perduren y sigan luciendo estupendas. Si todavía no dispones de una o la que tienes se ha quedado muy vieja, en Hermanos Pérez contamos con una amplia gama de vitrocerámicas a buen precio.

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